Aunque el Yoga es uno, en su práctica existen diferentes sendas de aproximación, ajustándose a diferentes tipos de preferencias y temperamento humano, que llevan al mismo objetivo. A veces no es fácil establecer una frontera entre una y otra, a menudo se entremezclan. Llega un momento en que se van integrando como consecuencia de un proceso de maduración.
Imagínate el Yoga como un árbol gigante con muchas ramas; cada una de estas tiene sus propias características y, aun así, sigue formando parte del mismo árbol. Con todos estos distintos caminos o sendas, seguro puedes encontrar aquel que mejor se adapte a tu personalidad, estilo de vida y objetivos personales. Las principales sendas de Yoga son (por orden alfabético):
- Bhakti Yoga: el Yoga de la devoción (también traducido como “emoción”).
- Hatha Yoga: el Yoga de la disciplina física o Yoga de la fuerza.
- Jnana Yoga: el Yoga de la sabiduría.
- Karma Yoga: el Yoga de las acciones de transcendencia personal.
- Raja Yoga: el Yoga Real o de la Realeza.
- Tantra Yoga: el Yoga de la comunidad.
¿Cómo te puede ayudar el Yoga en tu crecimiento personal?
- Te pone en contacto con tus verdaderos sentimientos y equilibra tu vida emocional.
- Puede ayudar a entenderte y aceptarte tal como eres, y sentirte cómodx con tu personalidad. Reprimirse o interpretar un rol con el que no te sientes a gusto, no ayuda a nadie.
- Te ayuda a empatizar más y comunicarte con mejor fluidez con otras personas.
El Yoga pone de manifiesto que somos parte un gran todo, que no somos un ente aislado. Los seres humanos estamos conectados unxs con otrxs, incluso aquellxs que están más aislados. Una vez tu mente y cuerpo se encuentran en estado de harmonía-unión, la conexión con los demás viene de forma natural. Los principios morales del Yoga nos muestran y animan a buscar esa unión con todo y con todas las personas.
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