
Con la llegada de la Primavera, la naturaleza florece y nos invita a conectar con la abundancia, el renacimiento y el equilibrio interior. En Yoga Senda queremos inspirarte a recibir esta energía transformadora conectando con la figura de Lakshmi, la diosa hindú de la riqueza, la buena fortuna, la juventud y la belleza.
El origen de Lakshmi: la diosa que florece
En la tradición hindú, Lakshmi es la diosa de la riqueza, la fortuna, la belleza y la abundancia espiritual. Su nombre proviene de la palabra sánscrita “Lakshya”, que significa “objetivo” o “meta”, simbolizando el propósito de alcanzar la plenitud y el equilibrio en la vida.
Representada sentada sobre una flor de loto, Lakshmi irradia gracia y serenidad mientras vierte monedas doradas que simbolizan la prosperidad material y espiritual. Sus cuatro brazos representan los cuatro pilares de la vida: dharma (rectitud), artha (prosperidad), kama (deseo) y moksha (liberación).
En el Mahabharata, Lakshmi nació de la agitación del océano lechoso primigenio, originada en la disputa entre dioses y demonios. Tras intervenir los dioses Brahma y Visnú, Lakshmi emergió milagrosamente de ese mar de manteca clarificada, vestida de blanco e irradiando juventud y belleza. Es por eso que también se la llama Ksirabdhitanaya «hija del mar de leche». Inmediatamente, Lakshmi quedó bajo la protección de Visnú y por eso se dice que vive en su pecho, lo que da origen a uno de los nombres del dios Srinivas, que quiere decir «la morada de Sri». «Sri» significa prosperidad, otro de los numerosos nombres de Lakshmi.
También se dice (Jari-vamsa) que Lakshmi es la madre de Kama, el dios del amor. Esto crea un paralelismo interesante con la diosa griega Afrodita y su hijo Eros. Ambas nacen de la espuma del mar.
Además de su asociación con Vishnú, Lakshmi también adopta diversas formas según los avatares del dios: como Sita, esposa de Rama; Dharani, esposa de Parashúrama; Rukmini, esposa de Krishna; y Padma, esposa de Hari. Esta versatilidad refleja su capacidad de adaptarse y florecer en cualquier circunstancia, simbolizando el poder de reinventarse y prosperar.
El símbolo de la flor de loto
Lakshmi está estrechamente vinculada a la flor de loto, que representa el florecimiento espiritual desde la oscuridad hacia la luz. En muchas representaciones artísticas, la vemos sentada o de pie sobre una gran hoja de loto, con una flor en una mano y una vasija de agua en la otra. Sus otras dos manos hacen un gesto de bendición mientras derrama monedas doradas, simbolizando la abundancia que fluye hacia aquellos que la invocan con el corazón abierto.
Esta simbología resuena especialmente en Primavera, cuando la naturaleza despierta con esplendor y todo a nuestro alrededor florece, recordándonos que la abundancia siempre está presente si cultivamos la gratitud y el equilibrio interior.
Lakshmi simboliza la abundancia en todas sus formas: desde la prosperidad material hasta la riqueza interior y el equilibrio emocional. Su imagen sobre una flor de loto representa el florecimiento espiritual y el poder de surgir del lodo hacia la luz, simbolizando la transformación personal. Durante la primavera, el despertar de la naturaleza también nos invita a renovarnos por dentro. Al igual que el loto que emerge del barro, podemos dejar atrás lo que ya no nos sirve y abrirnos a nuevas posibilidades.
Lakshmi en el arte y la devoción
Lakshmi también es venerada en el famoso Diwali o Festival de las Luces, donde los devotos celebran su capacidad para traer prosperidad y alejar la oscuridad. En el arte hindú y budista, suele estar acompañada de elefantes que rocián agua con sus trompas, simbolizando la purificación y la fortuna.
En culturas como la camboyana o la javanesa, Lakshmi se representa en esculturas majestuosas, ya sea de pie con una tiara y una flor de loto o sentada con un grano de arroz, recordándonos su conexión tanto con la prosperidad material como con la riqueza espiritual.
Florece con abundancia en Yoga Senda
En Yoga Senda creemos que la verdadera abundancia surge desde el interior, cultivando el equilibrio y la gratitud en cada momento. La Primavera es el momento ideal para sembrar, abrir el corazón y conectar con la energía próspera de Lakshmi.
Te invitamos a unirte a nuestras prácticas y talleres, donde podrás explorar la abundancia desde la serenidad y la conexión interior. ¡Florece con nosotros esta Primavera!